Descripción
Vino Montes Folly 2013 Icono Syrah
Montes Folly posee un potente y concentrado color rubí. En nariz se presenta como un vino muy intenso con aromas a arándanos y moras. Además, se perciben notas de confitura y toques de chocolate. En boca se presenta lleno, aterciopelado y robusto, con finos y maduros taninos y con un muy agradable y prolongado final. Las uvas para Montes Folly crecen en las laderas más empinadas de nuestra Finca de Apalta, donde mejor se han adaptado las plantas, a pesar de la pobreza del suelo y la baja profundidad, encontrando un buen equilibrio entre su rendimiento y su expresión vegetativa, lo que a su vez permite obtener uvas de gran concentración. La cosecha de uvas Folly en esta temporada fue realizada pausadamente entre el 12 de abril y 8 de mayo.
Luego de salir de un invierno con buena cantidad de agua lluvia acumulada, la temporada 2012- 2013 comenzó con una brotación normal en primavera, periodo que además se presentó libre de heladas. Sin embargo, en el mes de diciembre ocurrieron dos eventos importantes de lluvia, algo bastante inusual. Este “primer riego” permitió saturar el perfil de suelo y así postergar por un buen tiempo nuestros riegos habituales. El período entre floración y cosecha se extendió entre 2 y 3 semanas lo que atrasó notablemente la fecha de cosecha, llegando incluso a variedades pintadas recién en febrero, que corresponde a 25 días más de lo normal.
Hacia el final de la temporada se presentó más soleado de lo normal. Esto permitió conseguir una madurez homogénea con taninos redondos, baja graduación alcohólica y buena acidez natural. Esto permitió obtener vinos de gran frescura y alta expresión aromática. La calidad de los vinos durante la temporada 2013 fue extraordinaria, lo que creemos está asociado principalmente a un clima muy favorable para la lenta madurez. Con la cosecha 2013 creemos que mantenemos el nivel de calidad que Montes Folly ha mostrado consistentemente, siendo reconocido como uno de los mejores Syrah de Chile.
Vendimia 2013
Esta temporada las condiciones climáticas del valle de Colchagua se presentaron bastante frías, principalmente la primavera y el verano lo que ayudó a tener producciones con muy buenos niveles de acidez principalmente en vinos blancos. A diferencia de la temporada anterior no hubo problema de disponibilidad de agua en la región, las precipitaciones acumularon 411 mm , las lluvias se registraron durante el invierno y principios de primavera. Debido a lo anterior no hubo información de deshidratación de bayas ni sequías.
Las temperaturas medias mínimas se mantuvieron bastante similares a las de la temporada anterior, quizás levemente superiores con rangos de entre 3 y 13,5°C en julio y enero. Las medias máximas, por otro lado se presentaron en rangos entre 12°C en julio y 31°C en febrero. La pinta ocurrió durante la segunda quincena de enero en los cultivares tintos Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, llegando a principios de febrero en Carmenère, en cepajes blancos durante los primeros días de enero en Chardonnay, Sauvignon blanc y Viognier. Mientras que la cosecha se presentó retrasada y se llevó a cabo la primera quincena de marzo en Merlot y las cepas blancas y en abril e incluso mayo en Cabernet-Sauvignon, Carmenère y Syrah.
En general a los vinos tintos le falta madurez de tanino y además se presentó una disminución del grado alcohólico en cerca de 1,5° menos de lo histórico, lo que se visualiza como vinos más frutales y frescos.
