Descripción
Vino Montes Purple Angel 2011 Icono Carmenere
Nuestro Purple Angel es toda una nueva dimensión de Carmenère, cepa que reapareció en Chile sólo en 1993, luego de creerse extinta desde que la phylloxera atacara Burdeos, su lugar de origen, por el año 1880. En Chile, su único hogar hasta el momento, la consideramos nuestra “variedad chilena” y la llamamos la “Jurassic Park” de nuestras uvas, que regresó desde la extinción.
92% Carmenere y 8% Petit Verdot.
Vendimia 2011
La temporada 2010-2011 se presentó fría en el Valle de Colchagua, con vinos de potencia tánica media y muy elegantes. Fue un año con baja presión de enfermedades. Las bajas temperaturas en flor hicieron que se formaran los racimos, pero que estos fueran más livianos individualmente, disminuyendo la producción total en algunos sectores. Al partir con una primavera más fría, las uvas llegaron a su madurez fenólica con una cantidad de azúcar menor a otros años (cerca de 0,5º menos), lo que hizo vinos con mejor acidez natural y más equilibrados. La floración, se concentró en todas las variedades durante el mes de noviembre. Fue una pinta uniforme y en fechas normales para cada variedad, sin embargo, la madurez de la fruta se produjo muy junta, y alrededor de una semana más tarde en relación a la temporada anterior, lo que apuró la velocidad de la cosecha hacia el final.
Las lluvias presentaron un déficit importante en un sector del valle, con un promedio de 330 mm en 290 mm el Marchigüe, lo que representa alrededor de 40% menos de agua caída en comparación con el año anterior. En zonas como Apalta el volumen de precipitaciones se mantuvo similar a la temporada anterior con un promedio de 590 mm. El mes más lluvioso fue junio y se pudo apreciar lluvias durante todo el año, en menor medida, salvo en febrero, que fue el único mes seco de la temporada. La temporada se caracterizó por temperaturas en general más bajas que años anteriores, lo que lleva consigo una madurez fenólica lenta, alta acidez en las bayas, alto contenido de antocianas y altos índices de polifenoles totales, además de menor contenido de azúcar y un menor grado alcohólico. Vinos frescos y con personalidad. Las lluvias durante la época de cosecha, con cerca de 40 mm en total, hicieron adelantar la cosecha en algunas localidades para evitar dilución de azúcares y ataques de agentes patógenos; en otras localidades perjudicó efectivamente la condición de las uvas sobre todo después de segunda lluvia. Heladas de primavera perjudicaron cuaja.
Los tintos tuvieron un muy buen año, manifestándose con gran color, cuerpo y estructura. La mayoría de los vinos están catalogados como vinos reserva y superior. Muy buen año para el Cabernet Sauvignon, ya que tuvo buena concentración, elegancia (a pesar de la inmadurez de las semillas) y buen potencial de guarda en barrica. Destacan también este año la calidad del Carmenere y Petit Verdot por su concentración y elegancia. En el caso del Syrah y Cabernet Franc, pese a estar bien, no son excepcionales. En blancos, se obtuvo vinos dentro del promedio, frescos, de buena acidez y equilibrados.